Diseñada en 1945, pero que no entró en producción hasta mucho más tarde, esta pieza es un proyecto verdaderamente colaborativo y personal de los Eames.
Tenían la intención de capturar la imaginación de los niños, pero el encanto del elefante sigue inspirando a los padres de esos niños también. Con sus características distintivas, el elefante es posiblemente el animal que más se presta a la representación modernista.
Además de ser una pieza divertida e inmaculadamente diseñada, el elefante Eames también refleja los principios, ideales y técnicas utilizados por los Eames y la estrecha relación de trabajo que mantenían.